Materiales biodegradables

Cuando se exponen a la luz, al aire, a la humedad y a los microorganismos, los materiales biodegradables se descomponen hasta convertirse en componentes naturales que podemos encontrar en la tierra.

Se considera que un producto es biodegradable si se descompone en un periodo de tiempo (relativamente) corto, transformándose en agua, dióxido de carbono, minerales naturales y biomasa.

Los plásticos fabricados con petróleo (o derivados) también se descomponen, pero es un proceso que tarda miles de años y que deja restos de toxicidad en la tierra.

No existen materiales biodegradables de forma parcial, es decir, si un material no es biodegradable al 100 %, no se debe etiquetar como biodegradable.

Las etiquetas que indican que un producto es “X % biodegradable” o “parcialmente biodegradable” no son precisas, ya que no explican que el producto contiene materiales que no se descomponen en un entorno natural.

Los productos biodegradables no nutren ni enriquecen el suelo, pero tampoco dejan restos tóxicos tras su descomposición.

Por otro lado, el material compostable sí aporta nutrientes a la tierra. Esta es la principal diferencia entre el material biodegradable y el compostable.

Las empresas que quieran reducir su huella de carbono pueden utilizar packaging biodegradable, ya que este es un buen sustituto del packaging fabricado con petróleo o derivados.

Asimismo, el packaging biodegradable es una opción óptima para aquellas empresas que venden productos biodegradables, ya que tanto sus productos como el envoltorio se descompondrán sin dejar restos tóxicos en la tierra.

Si un producto o un packaging no es biodegradable, no debe etiquetarse como tal. Esto puede confundir a los usuarios y hacer aún más complicada la tarea de familiarizar a la sociedad con este término.

Por otro lado, algunos productos se degradan biológicamente en los vertederos en un plazo de tiempo corto, pero tardarían miles de años en desintegrarse si acaban en el mar o el océano. Esto supone una gran amenaza para la vida marina.

Por lo tanto, antes de etiquetar un producto como “biodegradable” es recomendable informar a los usuarios del tipo de packaging que van a adquirir y cómo desecharlo correctamente.

El catálogo de Packhelp incluye diversos productos biodegradables que cumplen con los estándares americanos ASTM D6868 ? 19 [1] y los estándares DIN EN 14046 [2] europeos (entre otros).