PROYECTO REALIZADO POR LOS ESPECIALISTAS DE PACKHELP

Analizamos las cajas para envíos isotérmicas que Packhelp ha diseñado para PsiBufet

PsiBufet traía un desafío bajo el brazo: diseñar un packaging sostenible que conserve los alimentos bajo 0 ºC.

Los ingenieros de Packhelp aceptaron el reto: desarrollaron varios prototipos y realizaron pruebas A/B hasta encontrar unos materiales de fabricación adecuados que, a su vez, permitieran optimizar los costes de fabricación.

El resultado son unas cajas postales innovadoras que permiten a PsiBufet enviar comida congelada para perros. Su diseño es más respetuoso con el medioambiente que otras soluciones de packaging existentes.
Optimiza tu packaging

Objetivos:

Packaging libre de plástico.

Capaz de mantener la temperatura por debajo de los 4 ºC durante 24 hrs.

Con un coste unitario que no sobrepasara los 2,24 EUR.

Resultado:

Cajas de cartón corrugado con restos de panal de abeja.

Mantienen la temperatura por debajo de los 4 ºC durante 24 hrs.

Costes reducidos en un 67 % (en comparación con otras soluciones existentes).

Conocemos al cliente

El modelo de suscripción de PsiBufet

El sector de la alimentación para perros en Polonia está creciendo y actualmente tiene un valor de 675 mil millones de euros. Esto está creando sinergias entre estas empresas y la industria del packaging.

PsiBufet aún no se había lanzado al mercado cuando se puso en contacto con Packhelp, pero ya estaba dispuesta a revolucionar la industria de la alimentación canina con comida nutritiva y lista para servir.

Tanto veterinarios como nutricionistas caninos han trabajado en diversas recetas para que la empresa pudiera lanzarse al mercado con un producto de calidad.

Los clientes pueden recibir los packs de comida cada dos semanas.

El primer pack incluye muestras de todos los productos de la marca. La idea es que el perrito pruebe toda la gama de productos para, posteriormente, ajustar su dieta en base a esta primera prueba.

Negocio de suscripción

El cliente recibe el pack de alimentos cada dos semanas.

Productos congelados

Los alimentos se cocinan, congelan y envían.

Avalados por expertos

Recetas saludables elaboradas por veterinarios.

Primera fase

Probando diversos materiales aislantes

El packaging de PsiBufet se ha desarrollado en el laboratorio de Packhelp, donde nuestros expertos crean diseños de vanguardia y optimizan los costes en términos de fabricación y materiales.

Durante la primera fase del proyecto, el equipo de Packhelp probó de forma manual diversos materiales hasta entender los puntos fuertes y débiles de cada uno.

El objetivo era encontrar un material con propiedades similares al poliestireno extruido, pero que fuera respetuoso con el entorno.

Entre otros materiales, se hicieron pruebas con:

  • Poliestireno extruido
  • Envases y bolsas de plástico
  • Lana orgánica
  • Cartón corrugado
  • Cartoncillo

Para concluir con esta fase, el equipo de Packhelp preparó diversos prototipos que, posteriormente, se enviaron y comentaron con el cliente.

Feedback del cliente

Cartón corrugado con inserciones de panal de abeja: un buen tándem

Tras esta reunión, se llegó a la conclusión de que el cartón corrugado sería el principal componente de la caja, ya que es óptimo para realizar envíos. El desafío ahora era conservar los alimentos congelados dentro de la caja.

Tras una búsqueda intensa se valoraron materiales como la lana o la gomaespuma fabricada con maíz.

La lana es cara e incrementa el tiempo de convección, ya que hay que envolver cada lata o bolsa de comida de forma manual en el interior.

Con la gomaespuma el tiempo de convección es bastante menor, pero su coste también sobrepasaba el presupuesto.

Finalmente, el equipo encontró otra solución: restos de paredes de panal de abeja. Tras fabricar la caja y dejar los alimentos en el interior durante más de un día, los resultados parecían prometedores.

Costes reducidos, diseño más sostenible

Muchos productos de packaging solo pueden desecharse en los vertederos, sin opción a reciclaje. El proceso de reciclaje de las bolsas térmicas de plástico (por ejemplo) no es sencillo, pero muchas marcas las utilizan porque son la solución más económica.

En un principio, PsiBufet barajó la idea de utilizar packaging de poliestireno. Sin embargo, las cajas de este material con aislamiento térmico eran bastante voluminosas y enviarlas a domicilio implicaba mayores gastos de envío. Además, el poliestireno es un derivado del petróleo y no es la mejor opción para las marcas que pretenden cuidar del planeta.

Las cajas isotérmicas fabricadas para PsiBufet están hechas de materiales reciclados en un 90 %, así como de restos de panal de abeja.

A diferencia de los productos de plástico tradicionales, el cartón puede reciclarse de forma sencilla. Además, la combinación con las inserciones de panal de abeja lo convierten en un material estupendo para conservar productos a baja temperatura.

Puntos clave

90 %

Cartón corrugado fabricado (principalmente) con materiales reciclados.

24 horas

La caja mantiene los alimentos bajo 0 ºC durante un día.

67 %

Costes reducidos en comparación con otras soluciones existentes.

Aislamiento térmico

Control de la temperatura en el interior del packaging

Las cajas postales de cartón conservan los alimentos fríos durante 24 horas, tiempo necesario para que no caduquen. La temperatura aumenta de forma progresiva y, a partir de las 24 horas, la caja se mantiene de forma estable en 0 ºC.

El gráfico muestra la temperatura de un termómetro colocado en una muestra de comida*.

Packhelp desarrolló diversos prototipos del packaging en 3D y se los entregó a PsiBufet como parte del proyecto. De esta forma, ambos equipos pudieron acordar los detalles sobre el diseño de forma fluida.

Optimización de costes

Solución innovadora con costes de producción más bajos

El equipo de Packhelp valoró diferentes materiales para fabricar la caja y estimó el precio unitario de cada uno.

La opción combinar cartón fino con lana para regular la temperatura interna de la caja estaba sobre la mesa.

La comida se habría conservado fría durante más tiempo, pero también habría sido necesario relleno adicional, es decir, habría que haber envuelto cada bolsa de comida de forma individual con lana.

Finalmente se optó por el cartón corrugado grueso (de tipo B), un material seguro para los envíos y con el que no sería necesario utilizar relleno adicional para cada paquete de comida. De esta forma, los costes de producción se redujeron en un 67 %.

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